lunes, 29 de marzo de 2010

Reconección

Una tormenta estelar que penetro la delicada atmósfera del planeta nos mantuvo incomunicados durante meses. Pasamos la zona de fluctuaciones hace unas sesenta horas. Intentare continuar con el reporte. Los gatos bebe de exploración volvieron luego que la tormenta desgarrara el cielo sobre nuestras cabezas, hace 42 horas, lo que muestra que el planeta es habitable. El problema es que los felinos volvieron fuera de si. Entraron por la pared sur del modulo, la desgarraron con sus dientes; ¡DIENTES DE BEBE! Realmente fue una imagen aterradora. Logre aislarme en el cubículo de desechos. Atacaron a Odiseo, él ahora está... está muerto. Al menos eso imagino. No pude encontrar su cuerpo pero sangre cubría los paneles de mando y las paredes. Aun no corro un análisis genético; no tengo energía. El generador principal “quedo pal’ gato” como habría dicho Odiseo con su humor tan característico, era un loco. Para escribir esto tuve que conectar un 4t4r1PRO S2.00 al proxy de mi pecho, para alimentarlo use dos pilas rayovak. Es como si los gatos hubieran querido llevarse el generador. Imagino que es demasiado pesado para ellos. Calculo que lo repare en unos tres días más.


Este es un dibujo que hice luego del ataque. Se puede ver el transmisor roto de los gatos. Perdimos contacto con ellos hace meces, cuando comenzó la tormenta.


El aire extraterrestre se cuela por el hueco que dejaron los gatos. Huele raro. Espero no sea él el que los convirtió en "eso". Ahora sello el orificio.

Recuerdo una vez en la tierra cuando era joven. Caminaba por una avenida concurrida y vi a una muchacha sentada en una banca que miraba hacia la calle, paralela a mi caminar, y acompañada de algunos amigos. Era pelirroja, blanca, delgada y muy bella. Miraba al suelo sin oír lo que los demás hablaban. Parecía tan hastiada de ellos… me pregunté por qué no la conocía. Para cuando estuve en frente del grupo, ella miraba a sus compañeros, mas sin escucharlos. De improviso su mirada dudo, por el rabillo del ojo miro primero hacia el suelo entre nosotros y luego hacia mis piernas, pero tan rápidamente que pareció involuntario. ¿Por qué no quiso llegar a mi rostro? Quise sacarla de ahí, hablarle, mirarla de cerca, conocer cada curva de su rostro, encantarla. Pero no. Seguí caminando. Ahora estoy en esta ridícula travesía en un planeta que ni siquiera figura en el registro. Solo. Debí hablarle.



Debí hablarle.








Fin de la entrada. Atso fuerA.

1 comentario:

  1. Les adverti sobre las bestias, creo que ya es muy tarde para corregir el error. Les deseo suerte

    Conexion interrumpida

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